Reflection

Cambiar vidas en Kangemi: El impacto de los proyectos de salvaguarda Upendo y Uzima en un barrio marginal de Nairobi, Kenia

Abstract

A través de nuestros programas hemos tenido una importante repercusión en la comunidad impartiendo a progenitores y tutores una decisiva formación sobre salvaguarda y protección de menores. Hemos colaborado estrechamente con paralegales (técnicos de mediación legal) y voluntarios de salud comunitaria para concienciar sobre los derechos de los menores. Como resultado, casos de abusos se están identificando y remitiendo al Programa Uzima.

Kangemi es un asentamiento informal en Nairobi (Kenia). Se estima que su población ronda los 100.000 habitantes, la mayoría de los cuales viven en la pobreza. La población sigue fluctuando debido a la migración de las zonas rurales a las ciudades. Esto se traduce en hacinamiento y una serie de problemas sociales como, por ejemplo, deficientes condiciones de salubridad, prostitución, alta prevalencia de VIH y de sida, tensiones étnicas, abusos a menores, bandas criminales influidas por jóvenes delincuentes, drogadicción y alcoholismo favorecido por la disponibilidad de bebida ilegal. Además, son frecuentes el trabajo infantil y la violencia de género.

En respuesta a estos retos, los Padres y Hermanos jesuitas de la provincia de África Oriental fundamos en mayo de 1985 la parroquia católica de San José en Kangemi. Esta parroquia sigue siendo la única presencia católica en la zona y atiende a más de 10.000 personas. Los jesuitas en Kangemi hemos tenido un importante impacto positivo en las personas empobrecidas y marginadas de la comunidad. Nuestro trabajo, que realizamos con gran dedicación, se enraíza en la promoción de la justicia para todos; desarrollamos varios programas para apoyar esta misión.

Uno de ellos es el Programa Educativo Upendo para Huérfanos y Menores Vulnerables de San José. Este programa brinda un apoyo integral a huérfanos y menores vulnerables en el suburbio marginal de Kangemi en Nairobi. Se inició en 1995 con el objetivo de ofrecer cariño y cuidados a menores necesitados. El programa se dirige específicamente a huérfanos, abandonados, sexualmente explotados, marginados o, en general, menores vulnerables de los suburbios marginales.

Otra iniciativa es la Escuela Secundaria Técnica San José, que se creó en 2015. Su finalidad es ofrecer educación secundaria de calidad a los adolescentes más vulnerables de Kangemi. Además, este programa ofrece formación vocacional en áreas como peluquería y esteticismo, instalaciones eléctricas o moda y diseño para empoderar a jóvenes de familias necesitadas con oportunidades de ganarse el sustento.

El tercer programa que se desarrolla es el Programa Uzima, centrado en el empoderamiento. “Uzima”, que significa “vida” en suajili, representa el compromiso de los jesuitas de mejorar vidas afectadas por retos diversos, como puedan ser el VIH o el sida. El programa ofrece apoyo psicosocial a través de servicios de asesoramiento, asistencia nutricional en forma de subsidios alimentarios para familias afectadas (o infectadas) por el VIH o el sida, apoyo médico remitiendo a especialistas a las víctimas de violencia sexual o de género, mejora de los medios de subsistencia de mujeres y jóvenes vulnerables y ayuda de transporte para víctimas de violencia sexual y de género que reclaman justicia.

A través de estas iniciativas, los jesuitas estamos cambiando realmente las cosas en Kangemi en tanto cuanto facilitamos apoyo básico y empoderamos a personas que con frecuencia son ignoradas u olvidadas por la sociedad. Antes de los programas, la situación en Kangemi era espantosa. Sobre los menores de ambos sexos se cernía de continuo la amenaza de abusos, tanto físicos como sexuales, en sus hogares, en las escuelas, en espacios públicos. Los efectos de tales abusos eran devastadores y destruían el futuro de estos menores inocentes y perpetuaban un círculo de violencia y desesperanza. Algo tenía que cambiar, y ese cambio vino en forma de las intervenciones Upendo y Uzima.

Mejorar la seguridad en la comunidad: el decisivo papel de los conductores de boda-boda y de los padres en el trabajo de protección

Para abordar estos complejos asuntos, el programa adoptó un enfoque integral. Una de las principales estrategias empleadas fue involucrar a los conductores de boda-boda (motocicletas taxi). Por desgracia, algunos de ellos abusaban sexualmente de chicas. El objetivo era transformarlos en aliados formándolos en prevención de abusos y salvaguarda de menores vulnerables en Kangemi. Resultaba descorazonador ver que estos grupos se aprovechaban de las circunstancias socioeconómicas de mujeres jóvenes. Sin embargo, la transformación que han experimentado ha sido verdaderamente notable. Mediante debates informativos y actos de concienciación, los conductores de boda-boda han comprendido que sus acciones afectan profundamente a las vidas de los menores en sus comunidades. Se percataron de que, en lugar de abusadores, podían ser protectores. Poco a poco, pero con paso firme, estos jóvenes conductores comenzaron a cambiar de mentalidad y a contribuir activamente a terminar con los abusos.

A través de nuestros programas hemos tenido una importante repercusión en la comunidad impartiendo a progenitores y tutores una decisiva formación sobre salvaguarda y protección de menores. Hemos colaborado estrechamente con paralegales (técnicos de mediación legal) y voluntarios de salud comunitaria para concienciar sobre los derechos de los menores. Como resultado, casos de abusos se están identificando y remitiendo al Programa Uzima. Esto no sólo garantiza que las víctimas de abusos reciben el apoyo y el tratamiento médico necesarios; también pone en marcha acciones legales contra los perpetradores de los abusos. Nuestros comprometidos mediadores legales voluntarios han sido de gran ayuda para acompañar a las víctimas a lo largo del proceso legal y para asegurarnos de que se hace justicia, lo que permite a los afectados pasar página.

De la oscuridad a la luz: historias de transformación comunitaria y personal

Otra historia de impacto que están teniendo estos proyectos es la historia de una joven a la que llamaremos “Jane”. Jane viene de una familia de cuatro miembros y trágicamente perdió a su madre, dejando a su padre como única fuente de ingresos y de cuidados. Las dificultades para llegar a fin de mes y asegurar el bienestar de su familia hicieron que el padre de Jane se sintiera abrumado, lo que le llevó a descuidar y abandonar sus tareas parentales, pues sencillamente no podía desempeñarlas. Por fortuna, alguien que deseaba lo mejor para Jane la remitió a Upendo.

Cuando nuestro equipo visitó el hogar de Jane, descubrimos una situación desgarradora. La casa estaba a menudo cerrada con llave, y Jane y sus hermanos se quedaban sin comer. El nivel de abandono era considerable y estaba claro que era necesario actuar de inmediato. Inscribimos a Jane y a sus dos hermanos en nuestro programa para darles oportunidades de educación y apoyo. Además, les encontramos familias de acogida que pudieran brindarles los cuidados que necesitaban.

Desde entonces, nuestro programa ha acompañado a Jane en cada paso de su trayectoria. La apoyamos desde la enseñanza primaria hasta el final de secundaria, asegurándonos de que disponía de los recursos necesarios para tener éxito académico. Y ahora, en septiembre de este año, estamos entusiasmados de poder comunicar que ha sido admitida en la universidad.

La historia de Jane es tan solo un ejemplo entre muchos de cómo nuestro programa marca una auténtica diferencia en las vidas de menores vulnerables como ella. Por medio de las oportunidades educativas y el cuidado afectuoso, tratamos de romper círculos de abandono y de empoderar a estos jóvenes para que tengan un futuro más más brillante.

Estas historias son un testamento del poder transformador de los programas Upendo y Uzima. Involucrando a los conductores de boda-boda y empoderando a la comunidad a través de la concienciación, estos programas han logrado crear un sentimiento de esperanza y de resiliencia en Kangemi. La comunidad ha cobrado conciencia de la importancia de salvaguardar a los menores y ha dado un paso adelante en la denuncia de casos de abusos, lo que ha llevado a intervenciones rápidas y justicia para las víctimas.

Prioridades actuales en salvaguarda y sueños para el futuro

En los programas de desarrollo de la parroquia San José, nuestra máxima prioridad es asegurar la seguridad y protección de todas las personas de nuestra organización. Para alcanzar este objetivo, hemos implementado un exhaustivo programa de salvaguarda. Tal programa incluye el nombramiento de un responsable de salvaguarda y un adjunto a este, así como la creación de un comité de salvaguarda formado por varones y mujeres.

Creemos en la importancia de la formación y educación continua en salvaguarda. Por eso, todos los años ofrecemos a nuestro personal formación en este terreno, a fin de asegurarnos de que disponen del conocimiento y las habilidades necesarios. Además, organizamos foros de sensibilización para niños, jóvenes, padres y conductores de boda-boda para concienciar sobre la salvaguarda.

Para fomentar la transparencia y la accesibilidad, todo el personal puede disponer fácilmente de copias de nuestra política de salvaguarda. Mostramos de manera destacada declaraciones de políticas de protección en todas nuestras instalaciones que contienen información de contacto de personas a las que dirigirse en caso de sospecha o certeza de abusos.

También nos tomamos en serio la salvaguarda al contratar personal. A los candidatos se les informa que durante el proceso de selección se les requerirá un certificado de buena conducta. Además, en las entrevistas priorizamos a aquellos candidatos que muestran que entienden lo que es una buena política de salvaguarda.

A fin de cumplir nuestra misión, hemos establecido una clara visión para el futuro y hemos perfilado varios objetivos. El primero de ellos es fortalecer nuestros programas de formación ofreciendo instrucción exhaustiva a beneficiarios y estudiantes. Además, nos proponemos lograr financiación adicional para garantizar la investigación y el seguimiento a fondo de los casos de abusos. Estamos comprometidos asimismo con la ampliación de las oportunidades educativas para un grupo heterogéneo de personas, incluidos niños, niñas, jóvenes de ambos sexos y mujeres. Creemos firmemente que la educación y la concienciación son herramientas poderosas que empoderan a las personas para autoprotegerse frente a potenciales abusadores.

Referencias:

Recuperado de infotrakresearch.com: http://countytrak.infotrakresearch.com/nairobi%20-county

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Publicado por SJES ROME - Coordinador de Comunicaciones in SJES-ROME
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