Incidencia Pública

La complejidad de los problemas que encaramos y la riqueza de las oportunidades que se nos ofrecen piden que nos comprometamos en tender puentes entre ricos y pobres, estableciendo vínculos en el terreno de la incidencia política* para la colaboración entre aquellos que detentan el poder político y aquellos que encuentran dificultad en hacer oír sus intereses (CG 35, Decreto 3, nº 28).

Así, los jesuitas y sus socios en la misión hacen incidencia política en los planos local, nacional e internacional. ¿Cómo la hacemos? ¿Cuál es nuestro conceptro de incidencia pública?

No es fácil definir la incidencia pública, pero la siguiente definición puede ser útil como punto de partida: “La incidencia centrada en los ciudadanos es un proceso político organizado que implica los esfuerzos coordinados de distintas personas para cambiar políticas, prácticas, ideas y valores que perpetúan la desigualdad, los prejuicios y la exclusión. Incrementa la capacidad de los ciudadanos para influir en la toma de decisiones y crea instituciones de podermás igualitarias y dispuestas a la rendición de cuentas” (Veneklasen and Miller, 2002).

Una forma de hacer incidencia pública puede ser calificada de “ignaciana” cuando las obras (centros, instituciones) y las plataformas comparten características ignacianas de hacer incidencia. De ahí que cualquier obra que a) busque deliberadamente a Dios en todas las cosas, b) practique el discernimiento ignaciano, y c) afronte el mundo a través de un cuidadoso análisis del contexto en diálogo con la experiencia, buscando las decisiones adecuadas en aras de la acción y permaneciendo abierta a evaluación, puede denominarse “ignaciana”.

Para más información:

• Secretariaod para la Justicia Social y Ecología, enero de 2010: Introducción a la Red de Advocacy Ignaciana
• Promotio Iustitiae Nº 101, 2009/1: Taller de Advocacy Ignaciana