En el que vivimos, el mundo se ha vuelto muy intrincado. Esto es cierto para nuestro mundo en general, pero también para la Compañía de Jesús. Es un subproducto de las posibilidades abiertas por la tecnología de las comunicaciones. Este número de Eco-Bites contiene una entrevista con Charles Dhinakaran, de la Conferencia de los Jesuitas de la India y Asia Meridional. Nos cuenta una serie de historias diferentes pero relacionadas. En muchos sentidos, no necesita comentarios adicionales y, sin embargo, el hecho de que lo estés leyendo te dice algo sobre Charles, algo sobre la Conferencia de los Jesuitas de la India y el Sur de Asia y sobre Eco-Bites.

Es muy fácil sentirse abrumado por los retos a los que nos enfrentamos. Cuando digo "nosotros" me refiero a quienes en Europa tendemos a estar alejados del impacto directo de la crisis. Alguien como Charles y las personas con las que trabaja en una zona mucho más grande que Europa y con mayores problemas no puede permitirse el lujo de sentirse abrumado. La disminución de la disponibilidad de agua, la deforestación masiva, la degradación de la tierra y la contaminación de los ríos son preocupaciones acuciantes. No se pueden ignorar porque afecta directamente a la vida de las personas.

Las comunidades se están uniendo. Se están organizando, aprendiendo y actuando. Se ha creado una red más amplia para garantizar la disponibilidad de los recursos y fomentar la solidaridad. Lo que importa es el objetivo de superar esta crisis. Sus recursos pueden parecer tan pequeños e inadecuados en comparación con la amenaza de un desierto que avanza o el poder de las empresas multinacionales, pero la acción humana siempre es a pequeña escala. Esas acciones pueden multiplicarse, pero cada persona siempre trata con un pequeño grupo de vecinos, no importa cuál sea la empresa, ya sea diminuta o vasta.

Es como ir en bicicleta. No piensas en la posibilidad de caerte. Miras hacia delante y pisas los pedales. Sigues adelante. Lo que sí importa en esta bicicleta en particular es que somos conscientes de que otros se mueven en la misma dirección. Todo tipo de grupos en todas las partes del mundo han puesto sus miradas. Es como un bosque en el que arraigan y crecen diferentes tipos de plantas pertenecientes a distintas especies. Se inspiran en diferentes fuentes: diferentes filosofías, diferentes creencias, diferentes tradiciones espirituales. La contribución de los jesuitas ocupa un lugar entre todos estos signos de esperanza.

La Compañía de Jesús está organizada en seis regiones alrededor del mundo. La India y el sur de Asia es una, pero hay otras cinco: Asia-Pacífico, América del Norte y del Sur, África y Europa. Todos los meses, seis personas -incluido el editor de Eco-Bites- tienen una conferencia telefónica para intercambiar noticias sobre lo que ocurre en nuestras distintas conferencias en relación con el cuidado de nuestra casa común. El editor de Eco-Bites sale de estas sesiones animado e inspirado. La entrevista con Charles en el Editorial de este mes no surgió de la nada. Forma parte de una conversación más amplia que está construyendo la solidaridad de la Compañía de Jesús en el desempeño de su papel en el cuidado de nuestra casa común.