Testimonio

El 8 de marzo es un día importante para los derechos de todas las mujeres del mundo, pero hoy es un día especial para Eveline en particular: hoy ha abierto un pequeño negocio en Chad, mientras su hija de 7 años va a la escuela por primera vez.

Quizás la recuerdes, ya hemos contado en el pasado la historia de esta joven de 20 años, que conocimos en el Complejo Hospitalario Le Bon Samaritain de Walia, hospitalizada de urgencia porque estaba totalmente delicada debido a su seropositividad al VIH.

Muchos donantes de la Fundación MAGIS se sintieron conmovidos por esta historia leída en las redes sociales y empezaron a enviar su ayuda y apoyo con fondos y cartas de ánimo. Eveline salió así del hospital y continuamos siguiéndola en casa, en la dinámica familiar. Os podéis imaginar la vida de una joven seropositiva, que vive en el mismo barrio donde nació, conocida por todos y con un hijo pequeño. Su madre murió cuando ella era adolescente. Su hija, Emanuela, también es seropositiva. El padre de Eveline es anciano, ya no tiene fuerzas para trabajar y a su edad se suma una fractura de tobillo por un accidente de moto. Los hermanos intentan apoyar a todos, pero tienen familias numerosas a las que hacer frente. Eveline vive con su hija y su padre -al que cuidan- en una habitación hecha de ladrillos de barro. Una habitación para tres personas, con una sola puerta, sin ventanas. Una habitación en la que sólo se vive para dormir y para guardar la vajilla y unos cuantos cacharros. Todo el resto del día se vive fuera de la casa, al aire libre.

Día a día se ha fortalecido su amistad con Sabrina Arturo, la responsable del proyecto MAGIS en Chad, que nos trae noticias de Eveline y de las demás personas a las que ha llegado gracias a los proyectos MAGIS. Gracias a Sabrina, Eveline "se enteró de dónde está Italia", cuenta la responsable del proyecto, "le enseñé fotos de nuestras ciudades, la visitó con los distintos cooperantes que llegan al Chad, comprendió que en Italia hay un grupo de apoyo, de amigos que están ahí para ayudarla e intentar que su vida sea digna".

Gracias a los fondos de donación Eveline tiene ahora

- una contribución semanal para hacer la compra y llevar una dieta variada para fortalecer su cuerpo;

- ha pagado la matrícula anual de su hija, que tiene 7 años y es su primer año de colegio;

- ha puesto en marcha su propio pequeño negocio para empezar a ser autónoma.

"Desde que nos conocimos", cuenta Atturo, "siempre me hablaba de que su madre tenía un pequeño, pero rentable negocio: vender agua y zumos de frutas preparados por ella al borde de la carretera por donde caminan cientos de personas para ir al trabajo, al colegio, de visita". Un lugar estratégico, antes de un puente peatonal que une un gran suburbio de Yamena, la capital. Fue escuchándola, como maduró la idea de poder replicar lo que hacía su madre. Así fue como, gracias a las donaciones de los amigos de MAGIS, compramos un vaso, una sombrilla y algunos vasos de plástico para empezar a vender agua a los transeúntes durante estos meses en los que se alcanzan los 45°.

Hoy, 8 de marzo, Eveline empezará a comerciar, "decidimos juntos esta fecha, porque es la mejor manera de celebrar la dignidad de la mujer, la dignidad de Eveline. Un día de fiesta y de autonomía".

La sencilla historia de Eveline es la historia de un cambio en el que todos podemos colaborar, porque sólo juntos podemos hacer del mundo un lugar más justo.

Fuente: Fondazionemagis.org